El Gobierno vasco culpa a ETA del vandalismo provocado en Bergara

Es la primera vez que desde el Gobierno vasco se señala con claridad a ETA como culpable de la violencia callejera. Sin embargo, no es la primera ocasión en la que tras graves disturbios, la Ertzaintza actúa sin efectuar detenciones, circunstancia que le ha sido reprochada por el Gobierno central y los principales partidos de oposición en el País Vasco.

Los sucesos registrados en la madrugada del sábado en Bergara no son comparables con la violencia callejera habitual que se produce en el País Vasco, ni por sus características ni tampoco por su intensidad. Medio centenar de personas encapuchadas tomó el centro de la población guipuzcoana cuando los vecinos celebraban las fiestas locales, sembrando el pánico de forma organizada. A su paso destrozaron varias sucursales bancarias, numerosos establecimientos y automóviles aparcados en la calle. La policía autónoma se enfrentó a los violentos, pero sin efectuar detenciones.

El portavoz del Ejecutivo vasco, Josu Jon Imaz, afirmó ayer que el vandalismo registrado en Bergara fue directamente organizado por ETA, una circunstancia subrayada también por el consejero vasco de Interior, Javier Balza. Imaz pidió la colaboración ciudadana para identificar a los culpables. Hasta ayer se habían presentado una veintena de denuncias de particulares. El portavoz del Gobierno defendió también la actitud de la Ertzaintza, "la policía del Estado español", dijo, " que más detenciones y ataques ha llevado a cabo contra el operativo de ETA". Imaz agregó que la policía autónoma se esfuerza por identificar a los culpables de los destrozos de Bergara.

Los ministros del Interior y de la Presidencia, Mariano Rajoy y Juan José Lucas, mostraron ayer su sorpresa por la ausencia de detenciones en el lugar de los hechos. Ambos recordaron a Juan José Ibarretxe que "la protección de los bienes y derechos de las personas es algo que los poderes públicos tenemos la obligación de proteger".

Más violencia callejera

Durante la campaña electoral vasca, entre el 27 de abril y el 13 de mayo, se produjeron 26 actos de violencia callejera en Euskadi y en Navarra, la mayoría de ellos de relativa importancia. Desde la fecha electoral hasta ayer se han producido 38, lo que da una idea del relieve que el entorno de ETA da a esta estrategia de guerrilla urbana.

La gravedad de los hechos ha llevado al PP y al PSE a solicitar la comparecencia de Javier Balza en el Parlamento vasco. "La falta de detenciones inmediatas, además de provocar entre los ciudadanos indefensión y sensación de impunidad, envalentona a los violentos", señaló el parlamentario popular Carlos Urquijo. El diputado nacional del PSOE Alfredo Pérez Rubalcaba pidió ayer a Ibarretxe "que se ponga las pilas" y detenga a los responsables de los altercados de Bergara.

Lo sucedido también ha causado tensiones dentro de la Ertzaintza. Los representantes de los sindicatos Erne y CC OO pedirán explicaciones a Balza por los altercados del sábado durante la reunión que se celebrará el próximo jueves.

Medios de Comisiones Obreras explican que Bergara es una población con una comisaría pequeña y con "muy pocos efectivos", por lo que "si aparecen 50 radicales de golpe, organizados, para montar una traca es como la guerra de los cosacos contra los tanques alemanes en la II Segunda Guerra Mundial". A juicio de este representante sindical, esta clase de altercados sólo se pueden neutralizar si se tiene conocimiento de ellos a través de servicios de información competentes.

Los secretarios generales de los sindicatos del Cuerpo Nacional de Policía, José Manuel Sánchez Fornet, del SUP, y Enrique Gómez, de ANPU, aseguraron ayer que si en vez de la Ertzaintza hubiera actuado la Policía Nacional, la mitad de los violentos que provocaron los desórdenes del sábado hubieran sido detenidos.

Desde el Gobierno vasco se hizo ver ayer que la Ertzaintza está volcada en la identificación y captura de los culpables.