Ir al contenido
_
_
_
_
La situación no deja margen para la recuperación de la demanda interna

El fantasma de la estanflación revive con un PIB estancado y una inflación del 3%

Los datos de inflación publicados ayer por el INE confirman que todo es susceptible de ir a peor. El estancamiento económico del tercer trimestre y la probable caída de la actividad en el cuarto no se traduce en una moderación significativa del IPC. Los precios subieron en tasa interanual un 3% en octubre, una décima por debajo de la cifra registrada en septiembre. Economía destacó que supone el "quinto descenso del IPC interanual en los últimos seis meses". Sin embargo, la variación mensual se ha incrementado una décima hasta el 0,8%.

Estos datos reviven el fantasma de la estanflación, un periodo caracterizado por el estancamiento de la actividad y la subida de precios. Una situación preocupante para algunos y aterradora para otros. Negativa en cualquier caso. Además, la economía española presenta debilidades adicionales ya que crece por debajo de la media europea y tiene tendencia a mantener una inflación por encima de la de sus vecinos europeos.

Por otro lado, los costes laborales en España suben por debajo de la inflación cuando en la mayoría de las grandes economías de la zona euro como Alemania o Francia siguen el camino contrario. Ello significa que los españoles pierden poder adquisitivo, un elemento que impide estimular la demanda interna, una de las piezas clave para sortear una recesión que cada vez parece más probable. En este sentido, CC OO y UGT indican que la inflación golpeará especialmente a las rentas más bajas.

El IPC al 3% registrado en octubre se debe, especialmente, al incremento del precio de bebidas alcohólicas y tabaco. El vestido y el calzado han empujado al alza la tasa mensual por el efecto del fin de las rebajas. Además, la inflación subyacente, que excluye de la cesta de la compra los elementos más volátiles como el petróleo y los productos frescos, aumentó un 1,7% en octubre, una cifra considerablemente alta si se tiene en cuenta que la economía española se encuentra estancada.

Atentos al precio del petróleo

Con todo, la mayoría de analistas prevé una cierta moderación de la inflación, aunque no suficiente para situarse por debajo del 2%, umbral óptimo fijado por el BCE. La Fundación de Cajas de Ahorros (Funcas) prevé una "evolución descendente del IPC durante los próximos meses debido al final de varios efectos escalón" relacionados con el precio de la electricidad y del tabaco. Aun así, Funcas elevó ayer dos décimas la previsión de cierre de la inflación, que ascenderá al 2,5% debido al repunte del petróleo.

El barril de Brent cotiza en torno a los 112 dólares, un 30% más que hace un año. En este sentido, cualquier incremento de los siempre imprevisibles precios de los carburantes podría sumir a España en la temida estanflación. El cuadro macroeconómico del Gobierno todavía contempla que la economía crezca un 1,3% este año y un 2,3% el siguiente. A día de hoy, esas cifras resultan utópicas. Es más, los servicios de estudios auguran que el PIB registre tasas negativas en el último trimestre de este año por primera vez desde finales del año 2009.

Merrill Lynch y BBVA señalan que, al menos hasta marzo, la economía española se contraerá, lo que implica aún más destrucción de empleo, un mayor deterioro de las finanzas públicas y munición para que los mercados sigan castigando la colocación de deuda soberana. En este sentido, algunos analistas sostienen que en un contexto de elevado endeudamiento público y privado como el actual, la inflación puede resultar útil en la medida que reduce el coste real del pago de la deuda.

Archivado En

_
_