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El IAE es el tributo que más sube durante la crisis

Los alcaldes exprimen a la gran empresa en busca de liquidez

Los ayuntamientos recurren a progresivas subidas de impuestos y a la creación de nuevas tasas para frenar el rápido deterioro de las finanzas municipales. El tipo del impuesto sobre actividades económicas (IAE) destaca por ser el tributo local que más ha subido desde que empezó la crisis, un 9,3%. Incluso, en algunas ciudades como Zaragoza, el impuesto se ha encarecido un 10% en solo un año. El IAE se aplica a empresas que facturan más de un millón de euros y el tipo varía en función de sus ingresos.

El fin del sueño del ladrillo y la crisis económica ha supuesto un varapalo para las arcas municipales, que se han vaciado de golpe. La mayoría de alcaldes ha contraatacado con subidas de impuestos. Todos los tributos locales, de media, han registrado incrementos, según el último ranking tributario publicado por el Ayuntamiento de Madrid. El IAE es, con diferencia, el impuesto que ha sufrido una mayor subida. El tipo medio se ha incrementado un 9,3% desde 2007.

El PP eliminó en 2002 la obligación de pagar este tributo a los autónomos y a sociedades que facturan menos de un millón. En la práctica, ello supone que el 84% de las sociedades está exenta de abonar este tributo. Sin embargo, el resto de empresas, que suelen ser grandes compañías, son las que sufren los mayores varapalos fiscales. La legislación estatal establece hasta seis tramos en función de los ingresos. En cualquier caso, los municipios tienen competencia para incrementar los gravámenes siempre y cuando no superen el 3,8%.

Desde 2007, más de la mitad de las capitales de provincia han elevado el IAE y, durante este año, 16 municipios han elegido la misma senda. Destaca Zaragoza cuyo tipo medio se ha incrementado un 10%.

Por otro lado, el IBI, el tributo local que grava a los propietarios de vivienda y que supone más de la mitad del conjunto de los ingresos locales, también ha sufrido un aumento progresivo. El tipo se ha elevado un 3% desde 2007. Sin embargo, no es necesario subir el gravamen para encarecer la factura fiscal. La base imponible del IBI se determina en función del valor catastral de la vivienda, lo que significa que un incremento de la valoración de la casa por parte del Catastro supone en la práctica una subida impositiva. Madrid, por ejemplo, no subió este año el impuesto ni lo hará en el siguiente, sin embargo, la factura fiscal será mayor por los aumentos catastrales.

En términos homogéneos, Lérida, Tarragona y Almería son las capitales de provincia con un IBI más alto. En el lado contrario, Lugo, La Coruña y Gerona son los municipios que menos castigan fiscalmente la propiedad de una vivienda.

Solo ocho capitales se atreven a bajar tipos impositivos

Un alcalde que reduzca impuestos puede considerarse, en los malos tiempos que corren, una especie en peligro de extinción. Solo ocho de los 52 ayuntamientos de capitales de provincia han aprobado a lo largo de este año una reducción de los gravámenes locales. Además, en seis casos se ha tratado de una rebaja de tipos en IBI que suele compensarse por un incremento de los valores catastrales. Ello implica que el recorte del tributo no disminuye la factura fiscal.Así, solo dos capitales -Ávila y Orense- en toda España pueden presumir de haber reducido en la práctica algún impuesto local. Ávila redujo este año del 3,410% al 3,2%, el impuesto sobre construcciones, instalaciones y obras (ICIO). Orense, por su parte, hizo lo propio con el impuesto sobre el incremento de valor de los terrenos de naturaleza urbana. Se conoce como el impuesto de plusvalía municipal y grava la revalorización de un inmueble en el momento de venderse.Si bien solo dos municipios han rebajado esos tributos, la mayoría de los municipios tampoco los ha subido. Sin embargo, ello tiene cierta trampa. Buena parte de los ayuntamientos ya aplica los tipos máximos que permite la legislación. Por ejemplo, más de la mitad de los municipios mantiene un gravamen del 4% en el ICIO, un límite que la Ley de Haciendas Locales impide sobrepasar. En el caso del impuesto de plusvalías, hasta 20 municipios aplican un tipo del 30%, el máximo permitido.circulaciónl Ninguna capital de provincia ha optado este año por rebajar el impuesto de circulación para los turismos más comunes. De hecho, 18 municipios siguieron el camino contrario y aprobaron en sus presupuestos un incremento de este impuesto, el segundo después del IBI que más ingresos aporta.

El 82% de los municipios aplica una tasa de basura

Ocho de cada diez capitales de provincia mantiene una tasa de basuras para financiar la recogida de residuos. Solo nueve ayuntamientos -Badajoz, Barcelona, Las Palmas de Gran Canaria, Málaga, Pamplona, Toledo, Valencia, Valladolid y Zamora- no tienen un gravamen específico por este servicio.Los ayuntamientos -cuyo margen para subir impuestos está limitado por la legislación estatal- se han lanzado a crear nuevas tasas para financiar servicios que hasta ahora se cubrían con la recaudación tributaria.Así, los próximos presupuestos que los municipios ya están preparando se incorporarán nuevos gravámenes.Por si ello no fuera suficiente, las comunidades autónomas siguen el mismo camino. A lo largo de este año, los Ejecutivos autonómicos han establecido hasta 50 nuevas tasas e impuestos para contrarrestar, sin éxito, la caída de ingresos.

Sevilla, la ciudad más cara fiscalmente para las familias

El Ayuntamiento de Madrid, para luchar contra la idea de que en la capital se pagan impuestos muy altos, elabora cada año un estudio en el que compara la fiscalidad en las grandes empresas.Así, una familia media formada por una pareja con dos hijos y que posee una vivienda de 95 metros cuadrados y un coche de gama media, paga en impuestos locales 667 euros en Barcelona frente a los 553 que se abonan en Madrid.Entre las grandes ciudades -sin incluir las capitales del País Vasco ni Pamplona-, Sevilla es la más cara fiscalmente. Para el ejemplo propuesto, una familia media sevillana pagará cada año 693 euros en concepto de IBI, tasa de basuras, impuesto de circulación, o tasa de estacionamiento, entre otros gravámenes.Según el estudio, Málaga, seguida de Madrid, es la ciudad con menores impuestos locales.

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